"La Unión Europea llama a todas las partes del conflicto a garantizar el acceso humanitario sin obstáculos a las personas que necesitan asistencia y respetar las reglas y obligaciones de la ley humanitaria internacional, incluida la protección de civiles", dice la declaración emitida este 6 de febrero.
Se destaca que "la intensificación de las operaciones militares provocó matanzas indiscriminadas de centenares de civiles".
"Las graves violaciones de la ley humanitaria internacional se han convertido en algo habitual", denunciaron Borrell y Lenarcic.
Al mismo tiempo, recordaron que la Unión Europea y sus miembros destinaron más de 18.000 millones de dólares de ayuda a personas vulnerables tanto en Siria como en los países vecinos y seguirá prestando la asistencia humanitaria mientras haga falta pero es necesario "un acceso seguro y sin obstáculos", subrayaron.
Borrell y Lenarcic también llamaron a poner fin a los bombardeos y ataques contra civiles en el oeste de Siria.
Idlib forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 durante las negociaciones en Astaná, tres de estas zonas pasaron bajo el control de Damasco en 2018.
La cuarta, que abarca Idlib y zonas de las gobernaciones vecinas de Latakia, Hama y Alepo, sigue fuera del control del Gobierno sirio, su mayor parte fue ocupada por el Frente al Nusra (grupo terrorista prohibido en Rusia).
A principios de enero en esa zona fue decretado un alto el fuego acordado por Rusia y Turquía.
Sin embargo, pese al armisticio los grupos armados ilegales lanzaron una serie de ataques en la zona de distensión de Idlib que, según informó la semana pasada el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, provocaron desde el 9 de enero la muerte de un total de 332 personas, entre ellos 211 militares y 121 civiles, por lo que el Ejército sirio lanzó una contraofensiva contra los terroristas en el área.