"Hemos enviado dos cartas. Al primer ministro israelí interino, Benjamin Netanyahu, y otra a EEUU sobre el hecho de que Palestina no tendrá relaciones con ellos, incluso en el área de seguridad, a la luz de que rechazan la ley internacional y los acuerdos alcanzados antes", explicó Abás.
El presidente palestino dijo que ya ha transmitido el mensaje a Netanyahu y pidió a Israel que "asuma sus responsabilidades como potencia ocupante" en los territorios palestinos.
Abás afirmó tajantemente que no aceptará nunca esa solución y no pasará a la historia por "vender Jerusalén" como capital de Israel.
"No voy a grabar [mi nombre] en mi historia y en la de mi patria como el que vendió Jerusalén, porque Jerusalén no es mía sino de todos", recalcó Abás en el comienzo de la reunión en El Cairo.
Abás dijo que no ha respondido a ninguna de las llamadas ni mensajes de Trump "porque sé que los hubiera utilizado para decir que nos había consultado [sobre el plan]".
El presidente palestino dejó muy claro que ni él ni su pueblo aceptarán a EEUU como único mediador para negociar con Israel sino que acudirán a la ONU o a otras organizaciones mundiales para presentar su posición.
Ni EEUU ni Israel comentaron oficialmente las declaraciones de Abás.
El plan prevé que los Estados de Israel y Palestina se reconozcan mutuamente como tales y que Jerusalén pase a ser la capital "indivisible" de Israel.
El plan prevé que Palestina tenga su capital no en todo Jerusalén Este, como aspira a tener, sino en una sección de Jerusalén Oriental.
Las autoridades palestinas rechazaron la propuesta de Trump alegando que el acuerdo debe estudiarse no solo por EEUU, sino por el 'cuarteto de Oriente Medio' (Rusia, EEUU, la UE y la ONU).