Este cargo ocupa Mark Lambert, quien antes desempeñó como el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, pero el nombramiento nunca se hizo oficial, según la revista.
Al mismo tiempo, un funcionario estadounidense definió el nuevo cargo como "enviado especial para contrarrestar la influencia nociva" al subrayar que el trabajo del diplomático se centrará en el papel de China en las organizaciones internacionales.
El primer reto de Lambert en ese cargo será evitar que el candidato chino Wang Binying sea elegido como director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. El actual jefe de la organización, el australiano Francis Gurry, dejará el cargo en septiembre. Wang es uno de los 10 candidatos que disputan este puesto.
Mientras, China se ha consolidado en altos cargos en organizaciones internacionales, lo que permite a Pekín ejercer influencia, concluye el medio.