"La situación en Libia se convirtió de una mala a una aún peor, sin embargo, es posible que en los próximos días tengamos una pequeña esperanza", dijo Borrell en una sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Además, Borrell advirtió que un empeoramiento ulterior de la crisis libia puede provocar una nueva ola de migración ilegal en Europa, al recordar que en Libia permanecen actualmente cientos de miles de personas los países africanos ubicados al sur de Sahara.
"Si la situación empeora, su permanencia en Libia será imposible y es posible que traten de ir a Europa, por eso hay una nueva amenaza de un impulso a la migración ilegal a través del Mediterráneo central", afirmó.
Subrayó también que muchas de estas personas tienen trabajo en Libia y quieren quedarse allí mientras lo permiten las condiciones.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, comunicó que Al Sarraj y el presidente del Consejo de Estado, Khalid al Mishri, firmaron el documento final de las negociaciones sobre el alto el fuego, mientras que Haftar pidió más tiempo para estudiarlo.
El Ministerio de Defensa ruso precisó el martes que Haftar dio visto bueno al borrador del acuerdo pero pidió 48 horas para debatirlo con los jefes tribales.
Por su parte, el Gobierno alemán anunció sus planes para celebrar una conferencia sobre Libia en Berlín el domingo 19 de enero.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli (noroeste), avalado por la ONU.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que el Ejército Nacional al mando del mariscal Haftar empezara una ofensiva para liberar Trípoli de "terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional, encabezado por Al Sarraj, respondieron con la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.