En particular, el país árabe podría enfrentar sanciones estadounidenses si compra sistemas de defensa aérea S-400 a Rusia, señaló Joey Hood, subsecretario de Estado adjunto principal.
"Una compra probablemente desencadenaría sanciones, por lo que aconsejamos a nuestros socios que no realicen tales compras", dijo Hood durante un evento en el Instituto del Oriente Medio.
El año pasado, EEUU expulsó a Turquía del programa de caza de la quinta generación F-35 después de que Ankara comprara sistemas de defensa aérea S-400 a Rusia y amenazó con implementar unas sanciones incluso más duras contra el país otomano. Sin embargo, Ankara respondió con una amenaza de cerrar la base aérea de Incirlik para los militares estadounidenses, razón por la cual no hubo represarias económicas contra Turquía.
China también adquirió los sistemas de defensa antiaérea S-400 y los cazas rusos de la generación 4++ Su-35S. Como consecuencia de ello, el país norteamericano impuso una serie de sanciones contra Pekín y algunos de sus funcionarios por violar la prohibición estadounidense de comprar las armas de fabricación rusa.
Arabia Saudí también mostró interés por este sistema de misiles, pero desistió de la compra en vista de las sanciones de EEUU. En su lugar, el país árabe opera el análogo de fabricación estadounidense, el Patriot. Sin embargo, el ataque con drones y misiles que fue perpetrado contra las refinerías de Saudi Aramco el 14 de septiembre dejaron comprometida la fiabilidad de los Patriot. Dichos sistemas estaban protegiendo las instalaciones, pero no reaccionaron al ataque que causó serios daños a la refinería.