"Creemos que tiene sentido continuar la lucha contra ISIS [autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países] en Irak, seguiremos llamando al Gobierno iraquí a mantener ese mandato", declaró.
El cese de la lucha anti-ISIS en Irak, advirtió Maas, llevará a "una considerable desestabilización del país" y de la región.
En su opinión, si Irak deja de cooperar con la coalición internacional, se abrirán nuevas posibilidades para la actividad de ISIS, lo que provocará un aumento de la amenaza de atentados también en Europa".
La medida se tomó después de que Estados Unidos asesinara al general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, en un ataque aéreo perpetrado en Bagdad el 3 de enero sin autorización de las autoridades iraquíes.
El Gobierno iraquí catalogó ese ataque como una violación de las condiciones del despliegue de las fuerzas estadounidenses en el país.