"La delegación rusa, así como un grupo de países, hacen una declaración conjunta sobre las medidas para contrarrestar el terrorismo químico", declaró el embajador ruso en los Países Bajos, Alexandr Shulguín. La propuesta de Rusia fue apoyada por más de veinte países, entre ellos China, Siria e Irán.
Advirtió que "el terrorismo químico se convierte en una realidad que demanda de todos acciones decisivas, consecuentes y urgentes".
Afirmó que a medida de que los estados que poseen de armas químicas terminan la eliminación de su arsenal, al primer plano sale la tarea global de su no producción y no proliferación.
En este sentido, subrayó Shulguín, es importante que cada Estado miembro observe las clausulas de la Convención sobre Prohibición de Armas Químicas.
Según el diplomático, los países que respaldaron la declaración destacan "la necesidad de garantizar que en todos los Estados miembros, en el marco de su legislación nacional, los individuos o las entidades no se dediquen a actividad alguna prohibida por la Convención sobre Prohibición de Armas Químicas, en particular adoptando la legislación penal correspondiente, así como creando un sistema eficaz de control de exportaciones".