"Acciones ilícitas de la Embajada de EEUU en Cuba constituyen una intromisión en los asuntos internos del país y buscan atentar contra nuestro orden constitucional. Violan la Convención de Viena, el acuerdo de restablecimiento de relaciones y las leyes cubanas y estadounidenses", escribió el canciller cubano en su cuenta de Twitter.
Acciones ilícitas de la Embajada de #EEUU en #Cuba constituyen una intromisión en los asuntos internos del país y buscan atentar vs nuestro orden constitucional. Violan la Convención de Viena, el acuerdo de restablecimiento de relaciones y las leyes cubanas y estadounidenses.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 26, 2019
El pasado 20 de noviembre, un artículo publicado en el periódico local Granma denunció a la Embajada estadounidense en La Habana de reclutar y apoyar a mercenarios, promover la división y crear la confusión en el pueblo cubano, responsabilizando directamente a la encargada de negocios de EEUU en Cuba, Mara Tekach.
La denuncia de Granma agregó que la diplomática estadounidense conducía personalmente la abierta instigación a la violencia, a la perturbación del orden y al desacato de las fuerzas del orden, precisó la información.
El canciller de la isla denunció además la posición del Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, por instigar estas acciones, mientras desconoce la violencia contra los movimientos populares en varias naciones de América Latina.
Granma señaló que la Embajada de EEUU en La Habana desplegó una nueva campaña de calumnias y descrédito contra Cuba, empleando como pretexto el arresto de José Daniel Ferrer, dirigente de la ilegal organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y a quien el Gobierno cubano acusa de ser un "agente asalariado al servicio de EEUU".
Ferrer fue detenido por la Policía el pasado 1 de octubre en respuesta a la denuncia presentada por un ciudadano cubano, quien lo acusa, junto a otros tres individuos, de "haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado una severa golpiza que lo dejó en condiciones de ingreso hospitalario".
Las autoridades cubanas confirmaron que el acusado se encuentra pendiente de juicio, ha recibido visita de su esposa y de sus hijos, como corresponde según las normas para su situación legal, y rechaza la campaña orquestada por el Gobierno de EEUU de una supuesta "desaparición física, maltrato físico, tortura o que recibe insuficientes alimentos".