En una comparecencia ante los periodistas, Peskov confirmó que el Kremlin realiza preparativos para la visita de Vucic, prevista para el 4 de diciembre.
"Consideramos muy importante esta visita. Somos perfectamente conscientes que ciertas partes quisieran empañarla. Estamos convencidos de que van a fracasar y que será una visita sustancial, productiva, que pondrá nuevamente de manifiesto la relación de asociación existente entre Rusia y Serbia", manifestó.
Peskov hizo esta declaración varias horas después de que el propio Vucic confirmara la autenticidad de un vídeo que detonó un escándalo de espionaje entre Belgrado y Moscú.
Según Vucic, Z. K. era objeto de vigilancia por parte del servicio de contraespionaje militar serbio desde 2012, por sus contactos con el servicio de contrainteligencia de Croacia.
En cuanto a Klebán, Vucic afirmó que se documentaron diez contactos suyos con "tres fuentes conspirativas", y que ya no se encuentra en Serbia.
Mencionó asimismo que Belgrado tiene constancia de otros miembros de los servicios de seguridad rusos que se pusieron en contacto con militares de Serbia.
A pesar de este escándalo, Vucic aseguró que Serbia no cambiará su política hacia Rusia, a la que calificó como un país fraternal.