"Es un hecho alarmante, una evaluación que también la comparten las organizaciones defensoras de derechos en la región", dijo a la prensa el director del Departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores ruso, Alexánder Schetinin.
El Gobierno de facto de Jeanine Áñez dio carta blanca a los militares para aplacar las protestas de la población contra las nuevas autoridades.
Schetinin indicó que "la situación sigue siendo alarmante".
El diplomático señaló además que "continúan los enfrentamientos entre los adeptos de las distintas fuerzas políticas".
"La cifra de muertos y heridos supera varias veces la cantidad de afectados durante las manifestaciones que tuvieron lugar antes del cambio de Gobierno", puntualizó.
Además Schetinin abogó por lanzar el diálogo inclusivo en Bolivia con la participación de todas las fuerzas políticas.
“Estamos convencidos de que ahora lo más importante es la búsqueda de diálogo que se base en confianza mutua, un diálogo inclusivo, con la participación de todas las fuerzas políticas”, afirmó.
La expulsión de diplomáticos venezolanos
A su vez, el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov, declaró a Sputnik que Rusia considera ilegítima la decisión del Gobierno de facto de Bolivia de expulsar a los diplomáticos venezolanos del país.
"No lo consideramos como una acción de autoridades legítimas", respondió a la pregunta correspondiente.
Riabkov subrayó que Rusia "no considera autoridades legítimas a aquellos que ahora toman decisiones en La Paz".
Bolivia está envuelta en una crisis política desde que el 10 de este mes Morales renunció a la presidencia, presionado por las Fuerzas Armadas y la policía y luego de varias semanas de protestas por un presunto fraude electoral en los comicios del 20 de octubre.
Luego de que Morales fue asilado por México, la senadora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta sin pasar por los procedimientos legislativos previstos en unas sesiones del parlamento que no tenían el quorum requerido.
La investidura de facto de Áñez fue avalada por el Tribunal Constitucional.
El 15 de octubre pasado la canciller de facto de Bolivia, Karen Longaric, anunció la ruptura de las relaciones con Venezuela y la expulsión de los diplomáticos venezolanos del territorio boliviano, acusándolos de "haberse involucrado en asuntos internos del Estado".