"Esa decisión de Washington […] hará incrementar aún más la tensión en las relaciones palestino-israelíes", señala la declaración de la Cancillería rusa.
La nota agrega que Rusia ve las declaraciones del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre los asentamientos judíos como "paso que rompe la base legal de la solución del conflicto con Palestina".
El Ministerio de Exteriores ruso confirmó la posición de Rusia reflejada en la resolución 2334 (2016) del Consejo de Seguridad de la ONU y según la cual, la construcción de viviendas por Israel en los territorios palestinos ocupados en 1967 no tiene fuerza jurídica, viola el derecho internacional y constituye uno de los mayores obstáculos para resolver el conflicto palestino-israelí y lograr las paz en Oriente Medio.
"Exhortamos a todas las partes implicadas a abstenerse de dar pasos capaces de provocar una peligrosa escalada en la región y dificultar la creación de condiciones para la reanudación de las negaciones directas entre Palestina e Israel", destaca la Cancillería rusa.
La expansión colonial de Israel en Cisjordania y Jerusalén Este, donde residen casi 600.000 judíos, es considerada el principal irritante en las relaciones entre Israel y la comunidad internacional, y uno de los mayores obstáculos en la búsqueda de la paz con los palestinos.
Esos asentamientos no se consideran parte de Israel desde el punto de vista de la legislación internacional ni incluso de la legislación interna a diferencia de Jerusalén Este o los Altos del Golán.
Las Naciones Unidas consideran esos territorios ocupados y en Israel se comenta que el Estado ya debe expandir su soberanía sobre esas tierras.