"El futuro de la península de Corea depende en gran medida de las acciones de EEUU", dijo Jo al intervenir en la Conferencia de No Proliferación que acoge Moscú del 7 al 9 de noviembre.
El diplomático norcoreano destacó que "ahora en las relaciones entre Corea del Norte y EEUU no se observan ni mejoras significativas ni avances", e indicó que si Washington no da paso hacia Pyongyang ni tampoco reduce el nivel de hostilidad, "será el mayor error".
Jo subrayó que Corea del Norte ya ha dado bastante tiempo a EEUU, y espera respuesta o resultado alguno por parte de Washington hasta finales de año.
"Observamos que EEUU está dispuesto a continuar la política de sanciones en caso de que Corea del Norte no acepte la desnuclearización, se trata de unas declaraciones hostiles que oímos de políticos estadounidenses, ese tipo de comportamiento por parte de América [del Norte] plantea dudas sobre su voluntad política de mejorar las relaciones", afirmó.
Jo recordó, además, sobre los ejercicios militares de EEUU y Corea del Sur, al destacar que estos "están dirigidos contra Corea del Norte".
"Todo ello crea tensión constante en la región, en particular en la península de Corea, consideramos que es un juego peligroso, y los errores en nuestras acciones podrían conducir a unas consecuencias muy graves", advirtió.
En 2017 Corea del Norte llevó a cabo unas 15 pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo los misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y el sexto ensayo nuclear, pese a las numerosas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, en la actualidad el proceso de distensión en la península de Corea y los diálogos entre Pyongyang y Washington sobre la desnuclearización se han visto estancados.
Además, las dos Coreas celebraron varias cumbres bilaterales.
En mayo pasado Pyongyang reanudó las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses, y llevó a cabo desde entonces más de una decena de lanzamientos de proyectiles.
