"Saludo todos los cambios encaminados a mejorar la situación, por ejemplo, la reanudación de vuelos", dijo Gajaria.
Recalcó que el Gobierno georgiano entiende que el restablecimiento de la conexión aérea con Rusia favorece el turismo y permite a miles de personas resolver el problema de la movilidad, motivo por el que lo apoya.
"Georgia debe hacer todo para que los problemas graves y agudos que tienen los dos países sean resueltos", dijo Gajaria al advertir que sus pasos serán "pragmáticos, guiados por la razón y sincronizados con los socios internacionales".
Según el político, Georgia debe actuar de manera independiente para lograr avances.
La historia del conflicto
Georgia rompió las relaciones diplomáticas con Rusia en 2008 tras el reconocimiento de la secesión de Abjasia y de otra antigua autonomía, Osetia del Sur.
El 8 de agosto de 2008, Georgia invadió Osetia del Sur y atacó con artillería pesada la capital Tsjinvali –entonces bajo la protección de las fuerzas de paz rusas– y otros poblados.
Rusia envió sus tropas y tras cinco días de hostilidades expulsó a los militares georgianos de la república, y a finales de agosto de 2008 reconoció la independencia de ambas antiguas autonomías georgianas.
La nueva espiral de tensión entre Moscú y Tiflis empezó después de que el 20 de junio un grupo de radicales irrumpiera en el Parlamento georgiano y atacara al legislador ruso Serguéi Gavrílov, quien presidía la sesión inaugural de la Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia.
A los activistas radicales de la oposición les escandalizó que el diputado ruso, al que algunos medios georgianos acusan de haber apoyado a los independentistas abjasios, se sentara en el sillón del presidente durante el foro.
Turismo georgiano pierde $60 millones tras suspensión de vuelos desde Rusia https://t.co/R8h8azzahu pic.twitter.com/mroBrJdSGm
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 12, 2019
Frente a la sede legislativa se produjeron choques violentos entre elementos radicales y la policía, que utilizó balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
El 21 de junio, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto que suspende los vuelos de las compañías aéreas rusas a Georgia y los de las aerolíneas georgianas a Rusia a partir del 8 de julio.