Si no se hubiera producido el conocido como caso Ibiza, las elecciones parlamentarias en Austria deberían celebrarse en el 2022. Este escándalo provocó la destrucción de la coalición que gobernaba y contribuyó a que el vicecanciller austriaco y líder del ultraderechista Partido por la Libertad, Heinz-Christian Strache, presentara su dimisión. El Gobierno de Kurz fue destituido poco después.
El caso Ibiza
El terremoto político se produjo después de que los periódicos alemanes Suddeutsche Zeitung y Spiegel publicasen un vídeo en el que se veía cómo Strache y su colaborador más cercano, Johann Gudenus, hablaban con una joven a la que los medios identificaron como Alena Makárova, la supuesta sobrina del empresario millonario ruso Ígor Makarov.
Pero todo fue una trampa.
Posteriormente se supo que la joven era una estudiante de Montenegro que no tenía nada que ver con Rusia. El propio millonario Ígor Makarov, presidente de un grupo de empresas, aseguró entonces que no tenía hermanos, por lo que tampoco tenía sobrinas. Aunque este escándalo acabó con la dimisión de Strache, Kurz también tuvo que abandonar su puesto de canciller después de que el Partido por la Libertad saliera de la coalición con el Partido Popular.
Recuperación tras el golpe
Una encuesta realizada por el instituto de investigación austriaco OGM de cara a cita con las urnas reveló que el 29 de septiembre el Partido Popular cuenta con todas las posibilidades de obtener la mayoría de votos.
Expectativa de voto:
- Partido Popular (OVP) — 34%
- Partido Socialdemócrata de Austria (SPO) — 22%
- Partido por la Libertad (FPO) — 20%
- Los Verdes (Die Grünen) — 12%
- La Nueva Austria y Foro Liberal (NEOS) — 4%
El hecho de que el Partido Popular de Austria está en forma se demostró en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron a finales de mayo tras el caso de Ibiza. En aquellos comicios la organización política obtuvo la mayoría de votos: un 34,6%. La principal causa de aquel éxito fue la personalidad de su presidente, según explicó al periódico ruso RBK Vladímir Svéitser, politólogo del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia.
"Es un político activo y ambicioso", destacó Svéitser, quien recordó que Kurz mantiene buenas relaciones con los líderes de Alemania y de Francia y que tiene modestos enfoques antiestadounidenses que pueden beneficiarle en estas elecciones.
¿Habrá otra coalición?
Sin embargo, los resultados de otras encuestas revelan que el partido de Kurz no logrará el número suficiente de votos para poder formar gobierno. Por ello, Svéitser opina que el Partido Popular tendrá que formar una coalición con dos posibles aliados: Los Verdes (Die Grünen) o La Nueva Austria y Foro Liberal (NEOS).
¿Qué pasó con Rusia?
El escándalo de la falsa sobrina del empresario ruso afectó a la política interna de Austria pero no a la relación del país con Rusia. Viena ha desarrollado activamente sus lazos con Moscú en los dos últimos años. Siendo canciller federal de Austria, Kurz se reunió varias veces con el presidente Vladímir Putin, quien incluso fue invitado de honor en la boda de la ministra de Exteriores del país alpino, Karin Kneissl.
Las relaciones bilaterales no cambiarán porque Kurz y su partido —como casi todas las formaciones políticas de Austria— mantienen fructíferas relaciones con Rusia, según destacaron varios expertos entrevistados por el periódico ruso.
"Los partidos que gobiernan [en Austria] tratan de una manera positiva y constructiva a Rusia. Gracias a la oposición de Bruselas, las sanciones siguen en vigor y aún condenan a Rusia por su reunificación con Crimea y por la situación en el este de Ucrania (...)", explicó Vladislav Belov, vicedirector del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia.