"Xi Jinping subrayó que China condena los ataques a la infraestructura petrolera de Arabia Saudí, fue un golpe para la situación en el golfo Pérsico y para el mercado internacional de energía", dice la televisión.
Se agrega que Xi expresó la esperanza de que se lleve a cabo una investigación amplia y justa de estos incidentes y llamó a evitar una ulterior escalada de tensiones.
El diálogo, según precisiones, tuvo lugar por iniciativa del rey de Arabia Saudí, quien describió la situación en torno a los ataques a las refinerías de la empresa Saudi Aramco.
Sin embargo, Estados Unidos y Arabia Saudí sostienen que detrás del incidente está Irán, que rechaza en términos categóricos su implicación.
Saudi Aramco reconoció que los ataques redujeron en 5,7 millones de barriles su producción diaria, estimada en unos 9,8 millones de barriles, pero el 17 de septiembre el ministro de Energía Saudí, príncipe Abdulaziz bin Salmán al Saud, declaró que los suministros de petróleo nacional ya recuperaron los niveles adecuados.
