"Las acusaciones que carecen de pruebas no solo no ayudan, sino atizan las tensiones en una región donde ya hay demasiada confrontación", dijo.
El ministro ruso expresó la preocupación de Rusia por el ataque del 14 de septiembre y destacó la necesidad de "una investigación exhaustiva e imparcial".
"Si se hubiera tomado esas medidas, en muchas ocasiones habríamos podido evitar problemas concretos", afirmó.
El canciller ruso expresó la esperanza de que tras el ataque a Saudi Aramco los países de la región tomen más en serio la iniciativa rusa para la seguridad en la región del golfo Pérsico.
"Llevamos varios años promoviéndola, (...) consiste en puntos bastante fáciles: todos los países del golfo Pérsico y sus socios, tanto en la región como fuera de ella, deben sentarse a la mesa de negociaciones y empezar a reducir las tensiones a través de pasos muy sencillos: la paz, la confianza, la transparencia, invitaciones mutuas a varios actos en el ámbito militar y la elaboración de otros pasos que permitan fomentar el entendimiento de que es necesario hablar", señaló.
Lavrov destacó que algunos actores implicados muestran su interés por esta iniciativa, pero, reconoció, "todavía no todos".
El 14 de septiembre, las instalaciones de Saudi Aramco en las localidades de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí, fueron objeto de un ataque reivindicado por los rebeldes hutíes de Yemen.
Estados Unidos y Arabia Saudí sostienen que detrás del incidente está Irán, que rechaza en términos categóricos su implicación.
