El juez encargado, Thomas Hixson, manifestó en la audiencia que el exjefe de Estado "no ha demostrado que no exista peligro de fuga", por lo cual deberá afrontar el proceso de extradición desde la cárcel, informó el diario peruano El Comercio.
Hixson ya había denegado el 19 de julio la libertad para Toledo.
Los abogados de Toledo propusieron como fianza un millón de dólares más dos inmuebles de amigos residentes en EEUU, además del uso de un grillete electrónico.
El principal peligro es la fuga, pues Toledo cuenta con medios económicos suficientes para huir de EEUU, alegó LaPunzina, quien sostuvo que los propietarios de los inmuebles ofrecidos como garantía no se verían afectados económicamente por su pérdida si Toledo decide fugarse.
Hixson ordenó que Toledo permanezca en la prisión de Santa Rita, ubicada en la bahía de San Francisco.
Toledo, residente en EEUU desde 2017, está acusado por la Fiscalía de Perú de haber recibido supuestamente 20 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de la concesión de la obra para coinstruir los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica Sur.
Asimismo, la Fiscalía acusó formalmente en junio al expresidente de lavado de activos por 35 millones de dólares procedentes de Odebrecht y entregados a través de una empresa opaca con sede en Costa Rica.
Por este delito, el Ministerio Público pide una pena de 16 años y ocho meses.