El embajador chino en Londres, Liu Xiaoming, refiriéndose al posible despliegue del HMS Queen Elizabeth con aeronaves estadounidenses a bordo cerca del archipiélago Spratly, comentó que el Reino Unido "no debería hacer un trabajo sucio para otros".
"El mar del Sur de China es un vasto océano, se extiende a tres millones de kilómetros cuadrados, no tenemos objeciones para que la gente navegue por allí, pero no ingresen en las aguas territoriales chinas dentro de las doce millas náuticas. Si no lo hacen, no debería haber ningún problema", dijo Liu ante la Asociación de Corresponsales de Defensa en Londres.
Por su parte, el agregado militar chino advirtió en el mismo evento que "si Estados Unidos y el Reino Unido se unen en un desafío o violan la soberanía y la integridad territorial de China, sería una acción hostil".
En febrero pasado, el entonces secretario de Defensa británico, Gavin Williamson, mencionó que el primer despliegue operacional del portaviones HMS Queen Elizabeth, en pruebas desde 2017, podría ser en el mar del Sur de China.
Un portavoz del Gobierno reafirmó en declaraciones a Sky News que Londres se opone a la "militarización" del mar del Sur de China y mantiene el propósito de mandar el portaviones al Pacífico Sur en 2021.
"El Reino Unido tiene intereses permanentes en la región y está comprometido con el mantenimiento de la seguridad regional", declaró. La presencia de buques internacionales en el mar del Sur de China es normal, agregó, y la Real Marina no es una excepción.
Pekín reclama el derecho a construir instalaciones militares en el archipiélago Spratly (Nansha, en chino), un centenar de islotes y arrecifes esparcidos en un área de más de 400.000 kilómetros cuadrados en este mar.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó en julio de 2016, a petición de Filipinas, que no existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de "la línea de nueve puntos" en el mar del Sur de China.
Además dispuso que Spratly no son islas y no conforman una zona económica exclusiva, pero China respondió que no reconoce el dictamen de La Haya.