"Debido a la difícil situación en el golfo Pérsico, las partes están buscando una salida. Efectivamente, Francia busca el apoyo de Moscú para intentar mantener el acuerdo nuclear de 2015", ha advertido Nicoullaud, quien fuera embajador en el país persa entre 2001 y 2005.
Moscú puede también ayudar a Teherán allí donde a Irán le duelen más las sanciones de Estados Unidos: en la venta de petróleo. "Todo el mundo espera que Moscú haga algo al respecto", opina el exdiplomático.
Para los países europeos es más difícil actuar, dice, porque sus empresas están demasiado ligadas al mercado estadounidense, a diferencia de las rusas. Rusia lo tiene más fácil y durante la reunión de Macron con Putin es posible "encontrar una salida a la crisis", añade.
"Rusia, al igual que China y tres países europeos —Francia, Alemania y el Reino Unido— es un socio serio a la hora de desarrollar y aplicar el acuerdo", señala.
La reunión entre los presidentes ruso y francés se desarrolla en el fuerte de Brégançon, en la Costa Azul. El islote ha sido la residencia vacacional de rigor de los mandatarios franceses a lo largo de las décadas.