La semana pasada, De Telegraaf afirmó en un artículo que en 2017 las esposas de varios pilotos neerlandeses de cazas F-16 de la OTAN, que cumplían tareas de vigilancia en los países bálticos, recibieron amenazas telefónicas de unas personas que presuntamente tenían un fuerte acento ruso.
El medio cita a testigos anónimos que supuestamente escucharon esas llamadas, así como a fuentes de la inteligencia holandesa.
"El hecho de que en el artículo se habla directamente de los rusos y se citan datos proporcionados por fuentes anónimas que supuestamente escucharon acento ruso, apunta a que esa información, o más bien una desinformación, fue difundida de manera deliberada (...) con el objetivo de llamar agresor a Rusia", declaró Zajárova.
La diplomática rusa subrayó que en el artículo figuran "materiales inadecuados", imposibles de verificar.