Macron llegó a Belgrado el 15 de julio en una visita de dos días en la que negoció con su homólogo serbio, Aleksandar Vucic, y participó en varios eventos.
El líder francés "destacó que trabajará para renovar el diálogo y alcanzar un acuerdo integral, permanente y de compromiso [entre Belgrado y Pristina]", dice la cadena.
Según el medio, Macron también planea "celebrar una reunión con las autoridades de Belgrado y Pristina y la canciller alemana, Angela Merkel, para garantizar que se alcance el acuerdo".
En 1999, la confrontación armada entre los separatistas albaneses del Ejército de Liberación de Kosovo y el Ejército y la Policía serbia provocó los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia, integrada en aquel entonces por Serbia y Montenegro.
En marzo de 2004 los albaneses kosovares protagonizaron unos disturbios, que terminaron con la expulsión masiva de los serbios de Kosovo y la destrucción de numerosos monumentos de su historia y cultura.
El 17 de febrero de 2008, los albaneses kosovares de Pristina proclamaron de modo unilateral su independencia de Serbia.
Cicatrices de la antigua Yugoslavia: el títere desobediente de la OTAN @NATO vuelve a alzar su voz https://t.co/oZztEWsJlB
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 3, 2018
Sin embargo, bajo la presión de Bruselas, Belgrado se vio obligado a iniciar negociaciones con la mediación de la UE para normalizar las relaciones con Pristina.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España, Irán, Israel o Grecia, entre otros países.