"La UE se ha sentido alentada por la dinámica a lo largo del último año pasado y por el compromiso de preparar a la gente para la paz y centrarse en los problemas humanitarios", declaró Tusk durante una rueda de prensa celebrada en Ereván al término de una reunión con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián.
"Ambas partes deben mostrar moderación y tomar medidas para restaurar un ambiente propicio para la paz y las conversaciones reales" resaltó.
Para Tusk, "el conflicto no tiene una solución militar y requiere de una solución política, de conformidad con el derecho y los principios internacionales".
"La UE sigue apoyando plenamente los esfuerzos de los copresidentes del Grupo de Minsk y su enfoque en una solución justa y duradera basada en los principios fundamentales del Acta Final de Helsinki", dijo.
El conflicto de Nagorno Karabaj estalló en 1988, cuando este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.
El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como Armenia y Azerbaiyán, y la troika de la OSCE, países que representan la presidencia de turno, la anterior y la siguiente.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.