El 20 de junio por la mañana, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán informó que derribó un dron Global Hawk, después de que incursionara en el espacio aéreo de la provincia suroriental iraní de Hormozgán, cerca del estrecho de Ormuz.
Más tarde el Mando Central de EEUU (Centcom) confirmó que un sistema de misiles iraní derribó un dron estadounidense sobre el estrecho de Ormuz.
Las tensiones entre Washington y Teherán siguen en aumento desde mayo de 2018, tras la retirada unilateral de EEUU del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) y la imposición de varias baterías de sanciones contra Irán, a lo que este respondió un año más tarde con el abandono parcial de sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear.
Durante las últimas semanas, EEUU anunció el envío de importantes refuerzos militares a Oriente Medio, incluido un grupo de ataque con portaaviones, un destructor de misiles guiados, aviones de reconocimiento, bombarderos B-52, aviones de combate F-15 y sistemas de misiles Patriot.
Te puede interesar: Tres variantes de una guerra de EEUU contra Irán
El incremento de la presencia militar de EEUU en la zona tiene como objetivo contener a Irán y sus aliados, a los que Washington acusa de realizar actos de sabotaje contra buques petroleros, particularmente los ataques del 12 de mayo cerca del puerto emiratí de Fuyaira y los del 13 de junio en el golfo de Omán.