"No cambiaremos nuestra conducta. Porque lo único que Rusia quiere es una relación mutuamente ventajosa, basada en el respeto de los intereses recíprocos. Es una línea de conducta que no tiene nada de reprobable, a diferencia de otras manifestaciones que sí perjudican la relación entre las partes. Estamos viendo las consecuencias", declaró Peskov en los pasillos del Foro Economíco Internacional de San Petersburgo (SPIEF).
Las fricciones entre Rusia y el Reino Unido fueron en aumento después de que Londres acusara a Moscú de estar detrás del envenenamiento de Serguéi Skripal.
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Este exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron envenenados con una sustancia neuroparalizante en la ciudad de Salisbury, en marzo de 2018.
Después del incidente en Salisbury los dos Estados cortaron considerablemente los contactos diplomáticos bilaterales.
El Reino Unido expulsó a 23 diplomáticos rusos, iniciando así una oleada de expulsiones de personal de la OTAN y otros 28 países, a lo que Rusia respondió con medidas simétricas.
Cuarteto de Normandía
"Por lo que sabemos, los integrantes del cuartero a excepción de Ucrania no han considerado conveniente hasta ahora ampliar este formato", declaró Peskov.
Para el representante del Kremlin, el mecanismo de Normandía ha aportado escasos resultados hasta ahora, "porque Kiev no se apresura a cumplir los acuerdos de Minsk".
"Difícilmente podemos hablar de ampliación en una situación de rendimiento tan bajo. Por otro lado, todo dependerá de la postura que asuma Kiev. Todavía no lo sabemos", añadió.
A finales de mayo pasado, un alto cargo del equipo del nuevo presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, declaró que Kiev propondrá implicar a EEUU en el cuarteto de Normandía.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo balance la ONU estima en unos 13.000 muertos, además más de 1,3 millones de desplazados.
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Las negociaciones a cuatro bandas entre Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, conocidas como el cuarteto de Normandía, han sido junto el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE), la principal plataforma de consultas para buscar una solución política al conflicto en el Este ucraniano.
