"El presidente y el primer ministro discutieron sobre cómo mejorar la vigilancia contra la migración mundial irregular y enfrentar las prácticas comerciales y financieras desleales de China", dice el comunicado.
La última ronda de conversaciones entre EEUU y Pekín terminó el viernes pasado en Washington sin acuerdo; como resultado, Washington resolvió adoptar nuevos gravámenes contra las importaciones chinas.
El presidente Trump ordenó elevar de 10% a 25% los aranceles a productos chinos por unos 200.000 millones de dólares y dispuso asimismo que se grave con impuestos a la importación a prácticamente todos los demás bienes vendidos por China a este país, y estimados en unos 300.000 millones de dólares.
China adoptará un aumento de aranceles a bienes importados desde Estados Unidos por valor de 60.000 millones de dólares a partir del 1 de junio como medida retaliatoria, dijo el lunes en un comunicado el Ministerio de Finanzas de ese país asiático.
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Orbán y Trump "reafirmaron su compromiso con la Organización del Tratado del Atlántico Norte y con los sistemas democráticos de Gobierno, que constituyen la salvaguarda de la libertad y cultivan la prosperidad que gozan Estados Unidos y Hungría".
Esta es la primera visita de un primer ministro húngaro a la Casa Blanca desde 2005.