Durante las negociaciones las partes "prestaron una atención especial a la necesidad de garantizar una solución política de largo plazo a la crisis Siria sobre la base de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU y prestar la asistencia necesaria para la reconstrucción de ese país después del conflicto", dice el comunicado.
Las partes abordaron también las cuestiones clave de las relaciones de Rusia y Arabia Saudí, así como la situación en Oriente Medio y el Golfo Pérsico.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
La solución a la crisis se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
Además: Siria, en camino a sanar las cicatrices de la guerra civil
En diciembre de 2017, Rusia anunció la derrota definitiva de ISIS (o Estado Islámico, grupo terrorista prohibido en Rusia) en el país árabe.
Actualmente está en primer plano la búsqueda de una solución política para la crisis siria y el retorno de los refugiados tras siete años del conflicto.