Sin embargo, los primeros resultados muestran que el partido de Netanyahu —Likud, 'La Consolidación'— tiene una sólida ventaja sobre la formación de Gantz —Kahol Lavan, 'Azul y Blanco'—, con el Likud ganando 35 de los 120 escaños en el Parlamento, de acuerdo con el último conteo de votos.
Con aproximadamente el 95% de los votos escrutados, el partido opositor Kahol Lavan está cerrando la brecha con el 25,97%, mientras que el Likud se mantiene al frente con el 26,28%.
Sin embargo, el bloque que forman el Likud, los partidos religiosos y de extrema derecha, sube a 65 escaños, una mayoría holgada y suficiente para gobernar en la Knéset, donde hay 120 asientos.
De esta manera, Netanyahu puede estar en camino de asegurar su quinto mandato como primer ministro de la nación, lo que lo convertiría en la persona con más años de servicio en esa posición.
Una gran incógnita es saber qué ocurrirá a medio plazo, cuando las investigaciones policiales sobre su presunta corrupción lleguen a los tribunales, lo que podría ocurrir en los próximos meses.
"Veintitrés años atrás fue la primera vez que Sara (su esposa) y yo estuvimos aquí, y ahora volvemos a causa de vosotros y para vosotros", dijo un Netanyahu triunfal ante sus seguidores.
Netanyahu acusó a la prensa de hostilidad hacia el Likud y hacia su persona, y añadió que los votantes de la derecha habían superado esa hostilidad en las urnas.
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Por su parte, Benny Gantz compareció ante su público poco después de cerrados los colegios electorales, cuando solo se conocían los resultados de las encuestas a pie de urna, proclamando su victoria.
Gantz dijo que era "un día histórico", que se disponía a formar el próximo gobierno, algo que finalmente no podrá ser, y agradeció a Netanyahu "los servicios prestados al Estado" sugiriendo que se retirara.
Formación de un Gobierno de coalición
Tanto Gantz, como Netanyahu han reclamando una victoria electoral.
"El bloque de partidos de derecha encabezados por el partido Likud ha obtenido una clara victoria", publicó el actual mandatario a través de su cuanta de Twitter.
Benjamín Netanyahu ya entró en contacto con los partidos afines para preparar un calendario de reuniones en las próximas horas con el fin de establecer una coalición.
El partido laborista es uno de los grandes perdedores puesto que se queda con solo siete escaños, el peor resultado de su historia.
Dos partidos de la extrema derecha, Zehut, del libertario Moshe Feiglin, y la Nueva Derecha, de Naftalí Bennet, también se quedan fuera, aunque Bennet podría entrar en la Knéset cuando se recuenten los votos de los soldados más adelante.
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A la vista de los resultados, Netanyahu podrá continuar con sus políticas tanto dentro de Israel como en el exterior. En uno u otro caso, el primer ministro buscó siempre la confrontación con sus enemigos.
Estos comicios generales han tenido una de las asistencias más bajas de los últimos años, particularmente en la comunidad árabe del país.