La activista indicó a Sputnik que en las prisiones y lugares de concentración de desplazados en esos dos países todavía permaneces unas 600 mujeres y más de 1.000 niños que fueron sacados de Rusia.
"Por el momento no hay avances respecto al retorno, en particular, de los niños que se encuentran en Siria, miles de niños sufren amenazas de muerte o privaciones en campamentos y cárceles, de muchos se sabe dónde se encuentran", dijo Sarátova.
Sarátova destacó que los documentos necesarios para sacar de Siria a los menores y sus progenitoras fueron entregados personalmente a la defensora del Menor de Rusia, Anna Kuznetsova.
La activista recordó que anteriormente el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov, dijo que el retorno de las mujeres y niños de Oriente Medio podía ser utilizado por los terroristas con fines bélicos, y denunció que actualmente ya existen casos de personas que volvieron por su propia cuenta.
Además: Servicio de Seguridad ruso denuncia que terroristas alistan a menores
Sarátova llamó a los funcionarios a organizar el regreso de esas personas a su país, para que las madres y sus hijos "no se conviertan en un as en la manga de los malhechores".
En su inmensa mayoría se trata de habitantes de las repúblicas rusas de Chechenia, Daguestán, Ingusetia y Bashkortostán, aunque también hay algunos de las ciudades rusas de Tver (parte europea de Rusia) y Nizhnevártovsk (Siberia), así como ciudadanos de Kazajistán y Uzbekistán.
La actividad de repatriación empezó después de que el líder checheno, Ramzán Kadírov, difundiera un vídeo sobre un orfanato de Bagdad en que se encuentran niños rusos, cuyos padres anteriormente optaron por unirse a ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y varios países).