Según los datos de la agencia rusa de estadísticas Rosstat, en el 2018 el flujo migratorio procedente de Ucrania —la diferencia entre aquellos que llegaron y aquellos que salieron— ascendió a 14.800. Esto es más de tres veces menos que en el 2017 cuando se fijó en 47.700.
En total, el flujo de migración a Rusia disminuyó en el 2018 en un 41,1% hasta las 124.900 personas. La razón es una reducción en el número de llegadas de migrantes y un aumento de salidas, explica Rosstat.
Como resultado, por primera vez en los últimos diez años, el flujo migratorio no pudo compensar el declive demográfico, por lo que la población de Rusia disminuyó en 93.500 personas, escribe RBC.
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En el 2018, por decisión de los organismos territoriales del Ministerio del Interior, 6.000 personas recibieron asilo temporal y a 30 personas se les otorgó la condición de refugiados.