"Se nos acusó de haber interferido en el problema de la denominación de Macedonia, sin embargo no se nos presentaron pruebas algunas", dijo al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Si Rusia hubiera hecho algo parecido, subrayó Lavrov, ya se habrían impuesto sanciones en su contra.
En junio de 2018, Atenas y Skopie zanjaron una disputa de casi tres décadas sobre el nombre de la antigua república yugoslava de Macedonia, pactando que pasaría a llamarse República de Macedonia del Norte en virtud del Acuerdo de Prespa.
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El 30 de septiembre se celebró un referéndum no vinculante sobre el cambio de nombre de Macedonia, que debía permitirle entrar en la OTAN y la Unión Europea; el 91,46% de los votantes consideró que Macedonia debe aceptar el acuerdo con Grecia y tomar el rumbo de la integración euroatlántica.
Esta semana el acuerdo de Prespa oficialmente entró en vigor.
A Rusia se la acusa con regularidad de interferir en los procesos electorales en otros países.
El Gobierno ruso ha refutado repetidamente esas acusaciones, a las que tacha de absurdas y de intentos de distraer la atención del público de los países en cuestión de otros asuntos internos.
Situación en Idlib
Lavrov afirmó que la situación en Idlib, Siria, se resolverá de acuerdo con las normas del derecho internacional humanitario.
El alto diplomático aseveró que no se puede "tolerar ese foco de terrorismo pero la solución al problema recae en los militares".
"Los militares elaborarán un plan de acuerdo con las normas del derecho internacional humanitario", enfatizó Lavrov.
Rusia y Turquía firmaron un acuerdo en septiembre de 2018 para la creación de la zona desmilitarizada en la gobernación de Idlib, a la que se habían ido trasladando los grupos rebeldes reacios a abandonar la lucha armada contra el Gobierno sirio.
Turquía se comprometió a retirar a los terroristas de esa zona, pero hasta el momento el proceso se ve entorpecido.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, patrocinada por la ONU, y la de Astaná, auspiciada por Rusia, Turquía e Irán, países garantes del alto el fuego en Siria.
Tratado START
El ministro de Exteriores ruso reafirmó la disposición de Moscú para iniciar consultas sustanciales con Washington acerca de una prórroga del nuevo Tratado START sobre la reducción de armas estratégicas ofensivas.
"El presidente [Vladímir] Putin declaró en reiteradas ocasiones que estamos dispuestos a comenzar negociaciones de cara al vencimiento de este acuerdo. El tratado expira en el año 2021, pero el tiempo pasa volando", señaló Lavrov.
Mencionó en particular la decisión estadounidense de retirar ojivas nucleares de algunos misiles de crucero Tomahawk emplazados en submarinos, así como de algunos bombarderos pesados.
El acuerdo en vigor, según el ministro, prevé esa opción, siempre y cuando la otra parte reconozca que el método de desnuclearización es técnicamente viable.
"Por ahora, no hemos recibido propuesta alguna para iniciar consultas sustanciales, pero estamos intentando", dijo.
Suscrito en 2010, el acuerdo entró en vigor en 2011 por un periodo de diez años, prorrogable por cinco años.
Las conversaciones ruso-estadounidenses para extender el tratado se han estancado debido a los recelos recíprocos sobre el desarrollo de nuevas armas.