"Continuamos interesados en el restablecimiento de las relaciones normales con EEUU y la UE en base a los principios de equidad y respeto mutuo de intereses, pero obviamente continuaremos reaccionando al incremento de las actividades militares de la OTAN y el acercamiento de la infraestructura militar de la Alianza a las fronteras rusas", señaló.
Rusia ha advertido en numerosas ocasiones a la OTAN que la ampliación de este bloque militar socava los pactos de la década de los 90, que proclamaban que nadie garantizará su seguridad a costa de otros, y constituye uno de los mayores desafíos a la estabilidad y la seguridad de Europa.
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Moscú también considera que las acusaciones de la Alianza Atlántica carecen de fundamento real, al no existir acción agresiva alguna por parte de Rusia.
Tratado INF
Asimismo, el ministro ruso de Exteriores agregó que Rusia sigue dispuesta a trabajar para preservar el Tratado INF sobre misiles de alcance medio y más corto.
Agregó que EEUU hizo caso omiso de los argumentos de Moscú presentados en las consultas de Ginebra.
"Ayer [el 15 de enero], desafortunadamente, los estadounidenses hicieron caso omiso de las propuestas constructivas de Rusia, que permitieran a EEUU ver de primera mano a nivel de expertos lo que representa el misil 9M729, que sospechan de violar los parámetros establecidos por el tratado", añadió el ministro.
En lo que se refiere al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), Lavrov declaro que Rusia está interesada en prorrogar este acuerdo y espera que en EEUU prevalezca el profesionalismo y la responsabilidad en los enfoques del diálogo con Rusia sobre la estabilidad estratégica.
Agregó que Rusia está haciendo mucho para extender este tratado y espera que "el profesionalismo y la responsabilidad ante la comunidad internacional prevalezcan" en la postura de EEUU.
Asimismo, Lavrov aseveró que Estados Unidos continúa imponiendo su voluntad a la comunidad internacional por la fuerza.
"La situación en el mundo sigue siendo difícil; el año pasado aumentó el potencial de conflicto, principalmente debido a la obstinada falta de voluntad de algunos países occidentales liderados por EEUU para aceptar la realidad del mundo multipolar y por su deseo de seguir imponiendo su voluntad por la fuerza, por los medios económicos y de propaganda", dijo el ministro al abrir su rueda de prensa anual.
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Lavrov señaló que "hemos sido testigos de los intentos de doblegar algunas instituciones multilaterales para erosionar su carácter interestatal".
En octubre el presidente de EEUU comunicó que su país abandonaría el Tratado INF, firmado por Estados Unidos y la Unión Soviética en 1987 y sin fecha de caducidad.
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Trump argumentó que Moscú desarrollaba misiles que violan este pacto.
Sin embargo, Rusia niega categóricamente todas las acusaciones. El mandatario ruso, Vladímir Putin, declaró que Moscú se opone a la ruptura del Tratado INF pero responderá si eso ocurre.
EEUU en el Ártico
Rusia no ve problema alguno en que EEUU tenga la intención de enviar buques de guerra al Ártico mientras se cumplan todas las normas internacionales, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
"EEUU es una potencia del Ártico y mientras cumpla las normas legales internacionales, incluyendo las normas de Rusia respecto al uso de la ruta marítima del norte, no veo en ello problema alguno", aseveró el titular.
"Si se trata de que buques de guerra de cualquier Estado quieren utilizar la ruta marítima del norte, para ello existen reglas de uso de la ruta marítima del norte", constató.
Para el canciller, Rusia parte de que todos respetarán estas reglas, "porque no puede ser de otro modo".
El titular subrayó que Rusia es responsable de garantizar el funcionamiento y la seguridad de esta ruta.
Cambio de nombre de Macedonia
Moscú no se opone a nuevo nombre de Macedonia, pero cuestiona la legitimidad del proceso que podría estar marcado por el objetivo de incluir lo antes posible a todos los países de los Balcanes en la OTAN, declaró Serguéi Lavrov.
El canciller ruso señaló que desde Moscú "siempre apoyamos activamente este diálogo, siempre abogamos por que la solución fuese aceptable para la sociedad, los pueblos y, claro está, para los gobiernos de Grecia y Macedonia".
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El 17 de junio de 2018, Atenas y Skopie zanjaron a orillas del lago Prespa una disputa de casi tres décadas sobre el nombre de la antigua República Yugoslava de Macedonia, pactando que pasaría a llamarse Macedonia del Norte.
El 30 de septiembre se celebró un referéndum no vinculante sobre el cambio de nombre de Macedonia, que debía permitirle entrar en la OTAN y la UE, el 91,46 por ciento de los votantes consideró que Macedonia debe aceptar el acuerdo con Grecia y tomar el rumbo de la integración euroatlántica.
El plebiscito estuvo marcado por la baja participación, del 36,91%, inferior al mínimo necesario del 50%; no obstante, EEUU, la OTAN y la UE lo calificaron de exitoso.
