Netanyahu explicó que Salvini, ministro del Interior italiano, había podido ver el 11 de diciembre los túneles presuntamente excavados por el grupo chií libanés Hizbulá en la frontera entre el Líbano e Israel, con los que, según el Ejército israelí, Hizbulá quería infiltrar combatientes en localidades israelíes para cometer ataques.
Netanyahu dijo a Salvini, refiriéndose a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL): "Usted tiene un comandante italiano en FINUL. Creemos que FINUL tiene que hacer un trabajo mayor, un trabajo más duro, pero en última instancia es responsabilidad de la comunidad internacional".
Salvini, que visitó este 12 de diciembre el Yad Vashem (Museo del Holocausto) y realizó la tradicional ofrenda floral en recuerdo de las víctimas, señaló que había mantenido un encuentro "muy productivo y amigable" con Netanyahu.
Según el líder de la Liga, partido de extrema derecha, él y el primer ministro israelí hablaron sobre la cooperación entre Israel e Italia en campos como el terrorismo, así como sobre el cambio de las actitudes europeas hacia Israel.
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Sin embargo, el tema principal de su encuentro fue "fomentar la cooperación económica entre los dos países", según señaló Salvini a los periodistas en el Museo del Holocausto.
Salvini cenará este 12 de diciembre con el exembajador en los Estados Unidos y viceministro Michael Oren y se reunirá con la ministra de Justicia, Ayelet Shaked.
Un portavoz de la oficina del presidente indicó al diario israelí Haaretz que Rivlin no podía reunirse con Salvini por "problemas de agenda".
No obstante, fuentes diplomáticas europeas creen que la decisión de Rivlin podría ser política.
En una entrevista reciente con la cadena de televisión estadounidense CNN, Rivlin criticó las relaciones de Israel con movimientos de extrema derecha.
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Salvini, que apoya incondicionalmente a Israel, desafió la práctica habitual de los mandatarios de países de la Unión Europea y no se reunirá con ningún representante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
