El asesor ruso informó que se reunió con Bolton poco antes de una breve conversación, sobre la marcha, entre los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Donald Trump, en el ámbito de la cumbre del G20 celebrada del 30 de noviembre al 1 de diciembre en Buenos Aires.
"En particular, Bolton confirmó que EEUU está interesado en seguir dialogando con nosotros, el propio Bolton expresó la disposición de continuar con los contactos con nuestros representantes", dijo Ushakov.
Respecto al rechazo de Trump de celebrar una reunión de pleno formato con Putin en Buenos Aires, respondió a la prensa que Rusia no está ofendida con esta decisión pero sí la lamenta.
Ushakov recordó a los periodistas que pese a la cancelación de la reunión Rusia se mostró dispuesta a continuar los contactos y Moscú considera que el diálogo a alto nivel es importante.
"Al mismo tiempo no vamos a rogar a la parte estadounidense, es decir, no la molestaremos, ahora todo depende de EEUU", agregó.
Al referirse al episodio citado por Trump en su Twitter, el asesor presidencial ruso señaló que las discrepancias siempre existieron en las relaciones soviético-estadounidenses y actualmente permanecen en las ruso-estadounidenses pero nunca han impedido mantener un diálogo serio, compartir resultados en el ámbito estratégico.
"Nuestro presidente le explicó en detalle, cuanto fuera posible en 10-15 minutos, nuestra evaluación de lo ocurrido y el presidente estadounidense lo escuchó atentamente", afirmó Ushakov.
El 25 de noviembre, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) informó de la detención de tres buques ucranianos que entraron en una zona provisionalmente cerrada en las aguas rusas del mar Negro, sin haber solicitado el permiso correspondiente.
El incidente del estrecho de #Kerch fue "una acción planificada y acordada con EEUU" https://t.co/gV35nvtDpO
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 27 ноября 2018 г.
Los buques avanzaron hacia el estrecho de Kerch, y luego realizaron maniobras peligrosas desoyendo las exigencias de la guardia fronteriza rusa de parar de inmediato.
El Kremlin, que calificó el incidente naval con Ucrania de "provocación muy peligrosa", defendió las acciones de los guardacostas rusos, al subrayar que actuaron de conformidad con la ley.
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La Cancillería rusa declaró por su parte que con ese incidente Kiev busca ganar puntos de cara a las elecciones presidenciales, previstas para el 31 de marzo de 2019.