Borrell, que participaba este martes en un encuentro internacional sobre patrimonio para el desarrollo en Madrid, mostró comprensión hacia el hecho de que Kiev "tome sus precauciones" ante lo que calificó de "gravísimos incidentes" en el mar de Azov.
Con todo, insistió en reclamar "una desescalada en la tensión".
El 25 de noviembre, en el estrecho de Kerch fueron detenidos tres buques de la Marina de Guerra ucraniana —las lanchas artilladas Berdiansk y Nikopol y el remolcador Yani Kapu—, informó el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) alegando que habían estado realizando una maniobra peligrosa y desobedecieron cuando los barcos de escolta de la guardia costera y la Flota del mar Negro de Rusia les ordenaron parar.
Vídeo: El momento exacto en el que los guardacostas rusos detuvieron a un buque ucraniano
El Kremlin que calificó el incidente naval con Ucrania de una "provocación muy peligrosa", defendió las acciones de los guardacostas rusos al subrayar que actuaron de conformidad con la ley.
Las autoridades rusas abrieron una investigación penal por cruce ilegal de frontera.
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