"Estamos convencidos de que es necesario buscar los medios adecuados que permitan a los propios libios determinar el futuro de su país a través del diálogo nacional", dijo Lavrov en una rueda de prensa después de las negociaciones con su homólogo italiano, Enzo Moavero Milanesi.
Asimismo el diplomático ruso confirmó la disposición de Rusia e Italia a contribuir a la creación de las condiciones para resolver tanto la crisis en Libia como otras existentes en la región.
Según Lavrov, los intentos de fijar artificialmente plazos para las fases del proceso político, como las elecciones, son contraproducentes y los libios primero deben entender qué futuro quieren para su país y solo después se puede hablar de procedimientos democráticos y nuevas estructuras de poder.
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Por su parte Milanesi afirmó que Roma cuenta con la colaboración de Rusia para estabilizar la situación en Libia.
Libia quedó sumida en una crisis después de que el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011 derivara en una dualidad de poderes, choques entre facciones rivales, proliferación de grupos yihadistas y mafias que trafican con migrantes ilegales de África a Europa.
Italia es uno de los principales destinos de los migrantes que llegan por el Mediterráneo.