"Si queremos una estabilización en Libia, no podemos exceptuar el diálogo con Rusia", dijo el ministro italiano de Exteriores al periódico Corriere della Sera.
Libia continúa sumida en el caos desde que el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011 derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, proliferación de grupos yihadistas y mafias que trafican con migrantes ilegales de África a Europa.
Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia italiana recalcó que "son los propios libios los que deben ponerse de acuerdo".
Enfatizó también que "la amistad con Estados Unidos y la condición de Italia de miembro de la OTAN son puntos de apoyo e hilos conductores" de la política italiana en el Mediterráneo.
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"No veo una brecha con Francia en el intento común de llegar a una solución de estabilización y democracia", remarcó.
El ministro agregó que era normal que "uno busque tener un papel más importante".
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La capital italiana acoge desde este 22 de noviembre hasta el día 24 los Diálogos sobre el Mediterráneo, un foro internacional sobre los problemas mediterráneos y de Oriente Medio.
Centrarán los debates el concepto de "responsabilidad compartida", la situación en Irak y Siria, los flujos migratorios a Europa, las sanciones y la cuestión de Irán, la solución en Libia y el papel de Rusia.
