El jefe adjunto de la Administración presidencial de Ucrania, Konstantín Yeliséyev, pidió a Europa y a la OTAN que introdujeran medidas restrictivas no solo para las compañías que participaron en la construcción del puente de Crimea, sino también para quienes lo "usaron".
"Todas estas apelaciones son absurdas y desafían la lógica. Obviamente, las autoridades de Kiev padecen de una enfermedad peligrosa y contagiosa: la misantropía. Se complacen en dañar a los crimeos", dijo Sheremet.
El puente se inauguró el 15 de mayo. Desde entonces, más de dos millones de vehículos cruzaron en ambas direcciones. El máximo volumen de tráfico se dio en agosto: 845.282 vehículos. Además de facilitar los vínculos sociales entre la península y la Rusia continental, el transporte a través del puente contribuye a una bajada de los precios de los productos en Crimea.