Dearlove afirma que durante la campaña electoral rusa en 2000 un alto funcionario del KGB (organismo desaparecido en 1991) le hizo una petición.
"El funcionario preguntó si [Tony] Blair [primer ministro británico de entonces] estaría dispuesto a asistir al estreno de la opera 'Guerra y paz' de Serguéi Prokofiev en el teatro Mariinski de San Petersburgo", indica el diario.
Finalmente, puntualizó, fue aceptada porque pensaban que era una buena oportunidad.
Blair llegó a San Petersburgo dos semanas antes de las elecciones presidenciales del 26 de marzo de 2000, en las que después venció Putin con más del 52% de los votos.
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Más tarde, aseguró Dearlove, el Gobierno británico se arrepintió de haber fortalecido la imagen del nuevo presidente ruso.
Dearlove indicó que las relaciones eran buenas durante un año y medio o dos, pero de repente comenzaron a volverse tensas.
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Desde el Kremlin expresaron su sorpresa de que la agencia de espionaje de Reino Unido sea la entidad que decida permitir o no al jefe de Gobierno ir al teatro.
"No sabíamos que el MI6 es el que autoriza a los primeros ministros [británicos] asistir o no a un evento", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.