"Tuvimos conocimiento de que trataron de implicarlos en la campaña de expulsiones de diplomáticos rusos, pero resistieron y se mantuvieron fieles a sus criterios", señaló.
Según Mantitski, Moscú detecta intentos de algunos países de imponer al Gobierno afgano una imagen negativa de Rusia y de la política que aplica en la región.
Estos intentos "se producen de manera permanente", y forman parte de una campaña que "se lleva a cabo no solo en Afganistán sino en todo el mundo", denunció.
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La apuesta por desprestigiar a Rusia se enmarca en los esfuerzos de EEUU y otros países occidentales de poner en práctica su plan para Afganistán que no da resultados positivos desde hace ya 17 años, sostuvo el embajador.
"De ahí que se construya el mito de un enemigo culpable de todo los males, y como la población de los países occidentales y EEUU aún se acuerda de los tiempos de la Guerra Fría, lo más sencillo es, por supuesto, rescatar la 'pista rusa'", puntualizó.
Como resultado, surgen acusaciones inventadas e injustificadas contra Rusia, "en las que toda persona juiciosa hallará numerosas incongruencias", recalcó.
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"Dejar sin respuesta las provocaciones supondría indudablemente un golpe al prestigio de nuestro país, pues la gente de a pie volcada en duros quehaceres cotidianos no tiene tiempo de adentrarse en los detalles de la política y se creerá esas mentiras", concluyó.
"No vemos ninguna intención de Afganistán de recibir nuestros equipos y armas", dijo el diplomático.
Mantitski se refirió en concreto a la venta de los helicópteros Mi.
"Lamentablemente, hasta la fecha no hay una respuesta positiva clara", remarcó.
El embajador indicó que hoy por hoy es difícil entender si los afganos seguirán cooperando con Rusia.
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El diplomático atribuyó la incertidumbre al propósito de Estados Unidos de sustituir las armas rusas por las suyas.
Como represalia por el caso Skripal, el Reino Unido expulsó a 23 diplomáticos rusos, iniciando una oleada de expulsiones de la OTAN y otros 28 países, a lo que Rusia respondió con medidas simétricas.