"Rusia tiene influencia en el régimen sirio, necesaria para impedir una escalada de tensión y evitar una catástrofe humanitaria, y lo que sucede es que, dependiendo de la posición rusa, las posibilidades de tregua pueden ser reales o no", dijo Seibert.
El diplomático informó que Rusia y Siria preparan una operación para liberar Idlib y buscan el modo de minimizar los daños a los civiles y las infraestructuras.
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La provincia de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y la organización terrorista Frente al Nusra (también conocida como Fatah al Sham, prohibida en Rusia).
En 2017, el territorio de Idlib comenzó a formar parte de la zona de distensión del norte de Siria patrocinada por Turquía, que es junto con Rusia e Irán garante de la tregua establecida a finales de 2016.
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Damasco declaró en julio pasado que se reserva el derecho de usar la fuerza militar para recuperar la provincia de Idlib si esta rechaza la reconciliación.
El departamento castrense informó tener a su disposición "informes irrefutables" de que el 7 de septiembre en la ciudad de Idlib tuvo lugar una reunión de terroristas del Frente al Nusra (prohibido en Rusia), que contó con la participación de la polémica ONG Cascos Blancos a la que Rusia acusa de ser parte de la guerra informativa contra las autoridades sirias y de escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y en Duma en 2018.
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El 11 de septiembre, el Ministerio de Defensa informó que equipos de televisiones de Oriente Medio y EEUU habían llegado a Idlib para grabar montajes de ataques químicos.