"Por supuesto, algún día el primer ministro Abe necesitará mantener una reunión de alto nivel entre Japón y Corea del Norte, pero no podemos decir que en la etapa actual estemos elaborando la agenda de esta reunión", dijo.
Al mismo tiempo, agregó que la solución de este problema no es una condición para celebrar una cumbre.
Japón logró un avance notable en este asunto en 2002 tras la visita a Pyongyang del entonces primer ministro Junichiro Koizumi, Corea del Norte reconoció que había practicado secuestros de japoneses y presentó disculpas esperando establecer contactos oficiales con Japón.
Cinco de los japoneses secuestrados que quedaban con vida pudieron regresar a su país.
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Japón, en vez de establecer relaciones diplomáticas con Corea del Norte, exigió aclarar la suerte de los retenidos y acusó a Pyongyang de estar ocultando los hechos, los dirigentes norcoreanos lo interpretaron como un insulto y las relaciones entre ambos países regresaron al punto cero.