"Las sanciones antirrusas como cualquier otro tipo de sanciones resultan una estrategia de lose-lose, en la que salen perdiendo las dos partes", dijo el mandatario, cuyo discurso fue transmitido por canales nacionales.
Para el líder de la República Checa, no tiene ningún sentido seguir sancionando a Moscú, y resulta oportuno pensar en las consecuencias reales de los vetos.
Zeman se mofó de aquellos que lo consideran un agente de Rusia o de China, y mostró su asombro antes el hecho de que su país se vea obligado a participar en misiones militares en Afganistán.
"En Kabul se lucha por Praga, eso forma parte de los intereses nacionales de la República Checa", resaltó el mandatario al comentar la muerte reciente de tres militares de su país en Afganistán.
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Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, a lo que Moscú respondió con un veto a las importaciones agroalimentarias de esas naciones.