"El que más sufre a causa de las restricciones occidentales unilaterales es el pueblo sirio, precisamente por eso apoyamos de lleno la iniciativa del relator especial Idriss Jazairy de instituir un grupo de trabajo para debatir las consecuencias que provocan estas medidas coercitivas para los derechos humanos, esperando que este paso pueda mejorar sustancialmente la situación humanitaria", declaró.
En particular, hicieron de hecho imposible la transferencia de dinero a Siria, obstaculizando el pago de los salarios a los trabajadores de las organizaciones humanitarias y de las adquisiciones, provocaron el aumento de los precios del combustible, la disminución de la producción agrícola y respectivamente la carestía de víveres.
También actuaron como el principal factor de destrucción del sistema de sanidad sirio, las empresas farmacéuticas que no quedaron destruidas por operaciones de combate se cerraron por falta de materias primas.
Te puede interesar: Testimonios de los horrores de la guerra en Siria: "La ciudad de Al Raqa es una enorme fosa común"
A su juicio, la abrogación de estas medidas provocaría cambios positivos en la situación económica de Siria, permitiría a millones de refugiados y desplazados regresar al país y acometer su reconstrucción.