"Esperamos una conversación franca sobre los temas que ensombrecen nuestra relación con Estados Unidos", dijo.
"En cuanto al sur de Siria, toda la problemática siria seguramente se debatirá en Helsinki", dijo Lavrov en rueda de prensa tras reunirse con su homólogo jordano, Ayman Safadi.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que un acuerdo sobre la zona de distensión sur ya existe y quedó plasmado en las decisiones tomadas por Putin y Trump en sus reuniones del año pasado en Hamburgo, Alemania, y Da Nang, Vietnam, y luego apoyadas por Jordania.
"Estas decisiones suponen un plan de acción que debe tener como resultado la ausencia de cualquier fuerza no siria en esa zona, el Ejército sirio controlará la frontera con Israel, y no habrá ninguna concesión a los destacamentos del Frente al Nusra y ISIS (grupos terroristas prohibidos en Rusia) que se encuentran en la región", subrayó Lavrov.
Aseguró que la parte de los acuerdos que dependía de Rusia está prácticamente cumplida.
La zona de distensión en el sudoeste de Siria, cerca de las fronteras con Jordania e Israel, fue creada en julio de 2017 tras un acuerdo logrado por Moscú, Washington y Amán.
Añadió que había acordado con el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, buscar posibilidades para reunirse después de la cumbre de los presidentes de Estados Unidos y Rusia.
El ministro añadió que los dos "acordaron elegir días, lugares y fechas oportunos después del encuentro de nuestros presidentes en Helsinki para estudiar vías de la realización de las tareas que, según esperamos, serán planteadas en esta cumbre", dijo Lavrov.
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Recordó también que una de las fases preparativas de la cumbre del 16 de julio fue la visita del asesor del presidente estadounidense para seguridad nacional, John Bolton, a Moscú.
Según informó el Kremlin, los mandatarios prevén examinar las relaciones bilaterales y las cuestiones de la actualidad internacional.