"Apoyamos la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, pero su guerra con Rusia no puede y no debe ser una excusa para que violan los derechos de los húngaros", dijo el canciller, citado por el medio ruso Izvestia.
Según el político húngaro, Budapest y Kiev necesitan restablecer el nivel que tenían las relaciones bilaterales en septiembre de 2017. Fue en ese momento cuando las autoridades ucranianas adoptaron una polémica ley sobre educación, según la cual, desde el quinto grado, los niños de minorías nacionales deben estudiar en ucraniano.
"Dejen a los húngaros en paz", concluyó Szijjarto, al tiempo que enfatizó que no comparte las preocupaciones de las autoridades ucranianas de que existan sentimientos separatistas en los territorios habitados por los húngaros étnicos.