"Las declaraciones de Stoltenberg de que Rusia 'no duda en usar sustancias neuroparalizantes en nuestras calles' es una flagrante e irresponsable desinformación de los británicos y de la comunidad internacional", declaró a la prensa.
El portavoz de la embajada rusa recordó también que la investigación del incidente en Salisbury aún no está terminada y, según el asesor de seguridad nacional de la primera ministra británica, Mark Sedwill, ni siquiera cuenta con sospechosos.
Dada la falta de pruebas contra Rusia y el rechazo de Londres de colaborar con Moscú para investigar el caso, el portavoz llamó al Gobierno británico a disculparse.
"Al no presentar prueba alguna de lo sucedido en Salisbury, el Londres oficial pone a sus socios en una difícil situación, y la única salida es exigir que la administración política británica se disculpe ante Rusia y emprenda una investigación conjunta y transparente", dijo.
A principios de marzo Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, así como su hija Yulia de ciudadanía rusa, fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
No te lo pierdas: 5 cosas que hay que saber sobre la sustancia neurotóxica que pudo intoxicar a Skripal
Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando pruebas para poder colaborar con la investigación.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido informó a mediados de mayo que Serguéi Skripal fue dado de alta del hospital; su hija abandonó el centro médico antes, el 9 de abril.