"A la hora de proteger nuestra soberanía y seguridad, los intereses de nuestros ciudadanos, defendemos y seguiremos defendiendo los fundamentos del derecho internacional, los acuerdos que garantizan la seguridad estratégica, el control de armamentos y la no proliferación de las armas de destrucción masiva", dijo Lavrov al reunirse con representantes de varias ONG.
El ministro reiteró el rechazo de Moscú a la revisión de estos acuerdos.
"No consentiremos que sean reescritos, revisados de forma unilateral, como se intenta actualmente", subrayó.
Al reunirse con representantes de varias ONG rusas, Lavrov apuntó que en el mundo "se va formando un sistema policéntrico, más democrático y equitativo, a lo que se oponen desde luego aquellos que han regido durante siglos los procesos en el planeta, imponiendo las reglas a los demás e insistiendo en que se cumplan sin respetarlas ellos mismos necesariamente".
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El canciller ruso agregó que las naciones de Occidente, con EEUU a la cabeza, buscan pretextos para frenar esa tendencia y condicionan el diálogo con Rusia, a la que acusan de todos los males, exigen que reconozca los errores y cambie la política exterior.
"Nuestro país sabrá defender su soberanía y garantizar la seguridad de sus ciudadanos en cualquier situación. Todo ello, sin buscar conflictos ni amenazar a nadie, sin imponer nuestra visión de los problemas ni inmiscuirnos en asuntos ajenos como acostumbran hacer nuestros colegas occidentales", señaló el ministro al mencionar como ejemplo la injerencia de EEUU en la llamada Primavera Árabe o en la crisis de Ucrania.
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Al mismo tiempo cada vez son más los países occidentales y en particular europeos que abogan por normalizar las relaciones con Rusia, destacó Serguéi Lavrov.
Según Lavrov, "finalmente —y más vale que sea antes que después— nuestros colegas occidentales deberán darse cuenta de que las relaciones entre Estados han de basarse en los principios de respeto mutuo y consideración de los intereses de cada uno".
"Lo más importante es que el hecho de comprender y manifestar que la situación actual no es normal se traduzca en acciones prácticas concretas, y vamos a esperar a que nuestros socios estén dispuestos a reanudar unas relaciones normales en su totalidad", agregó.
Desde entonces, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y reiteró que la adhesión de Crimea se llevó a cabo respetando la legislación internacional y la Carta de la ONU.