"Los líderes discutieron el proceso de Minsk y la situación en el este de Ucrania, coincidieron en la necesidad de acabar con la inestabilidad en esta región, la primera ministra expresó su apoyo a Ucrania y confirmó su compromiso de continuar presionando a Rusia con las sanciones adoptadas por la UE", dice el comunicado del Gobierno británico recibido por Sputnik.
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May y Poroshenko discutieron la situación en el este de Ucrania, la investigación del incidente del MH17 y las reformas en el país.
La mandataria británica trató con el presidente ucraniano la "respuesta internacional" al incidente con el envenenamiento en Salisbury, porque según ella "las acciones coordinadas de los aliados son una respuesta efectiva a la agresión rusa".
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Los dos líderes destacaron la importancia de emprender reformas en Ucrania y anunciaron su disposición de participar en la conferencia sobre reformas ucranianas que tendrá lugar en Copenhague.
Londres se niega a cooperar con Moscú para investigar el caso y tampoco permite acceder a las víctimas.
Moscú rechaza las acusaciones británicas, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.
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Hasta ahora sigue siendo una incógnita la procedencia de la toxina usada en el caso Skripal, solo se sabe que se trató de una sustancia neuroparalizante, como lo confirmó la Organización para la Prohibición de Armas Químicas.
