"El debate sobre la sustancia Novichok fue excluido de la agenda del día por mayoría de votos", dice la nota.
Un portavoz del SPD, Radim Fiala, afirmó que los partidos de derecha quieren utilizar el tema de Novichok "para involucrar en un escándalo al presidente de la República".
"Nuestros ciudadanos están satisfechos con las explicaciones del presidente [Milos Zeman], pero algunos partidos intentan aprovechar la situación para cargar sobre el presidente alguna responsabilidad", dijo el representante de los comunistas, Leo Luzar.
El 3 de mayo el presidente de la República Checa, Milos Zeman, había revelado (citando datos de la contrainteligencia civil y la inteligencia militar) que en noviembre de 2017 en el país se produjo una pequeña cantidad de un gas neuroparalizante clasificado como A230 y que la sustancia fue destruida tras realizar pruebas.
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Posteriormente el primer ministro checo, Andrej Babis, y representantes de la Cancillería y del Ministerio de Defensa del país, refutaron las palabras del presidente Zeman y aseguraron que la sustancia tóxica llamada Novichok nunca se produjo ni se investigó en Chequia.
"Solo queríamos que el Parlamento enviara [al mundo] una clara señal de que el Novichok no se produjo en Chequia y que el presidente Zeman dañó la imagen de su país siendo aprovechado por la propaganda rusa", declaró un portavoz de los democristianos, Jan Bartoszek, promotor de los debates sobre el Novichok.
A principios de marzo, el exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, Serguéi Skripal, y su hija Yulia, de ciudadanía rusa, fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
Moscú tilda de "vergüenza inadmisible" la situación en torno al caso Skripal https://t.co/h1HOERFWTZ
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 мая 2018 г.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard podría prolongarse por varios meses, el Gobierno británico responsabilizó a Moscú de estar detrás del envenenamiento de los Skripal con el gas neuro-paralizante A234, también denominado Novichok por las autoridades británicas.
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Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido informó la semana pasada que Serguéi Skripal fue dado de alta del hospital.
Su hija abandonó el hospital el 9 de abril.