Los profesores Kim Sang-duk (Tony Kim) y Kim Hak-song, que habían trabajado en la Universidad de Ciencia y Tecnología en Pyongyang, y el empresario Kim Dong-chul permanecieron hasta dos años en campos de trabajos forzados en Corea del Norte, que les había acusado de espionaje o actos hostiles, pero fueron liberados en un gesto de buena voluntad de cara a la próxima cumbre norcoreano-estadounidense.
Trump se trasladó a la base Andrews, en Maryland, para dar la bienvenida a los exprisioneros que volvieron de Corea del Norte acompañados del secretario de Estado, Mike Pompeo.
Durante la ceremonia, transmitida en directo por el canal NBC News, el presidente de EEUU elogió al líder norcoreano, Kim Jong-un.
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"Efectivamente pienso que él quiere hacer algo, hacer que su país vuelva al mundo real", señaló el mandatario estadounidense.
El presidente dijo que se siente "muy honrado" de haber estado implicado en la liberación de tres conciudadanos.
Sin embargo, añadió que "el mayor logro será cuando desnuclearicemos toda la península (de Corea)".
"Estamos comenzando sobre una nueva base. Realmente creo que tenemos buenas posibilidades de hacer algo muy significativo", destacó.
Según las previsiones, Trump y Kim se darán cita a principios de junio o a finales de este mes, probablemente, en Singapur.
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